martes, 9 de julio de 2013

Esparta de Villafranca

En estos días de pretemporadas y fichajes futbolísticos toca hoy hablar del Esparta de Villafranca. Pese a que  a día de hoy todos le llamamos Sparta o incluso Spartak, parece ser que el nombre real es el de Esparta en homenaje a los resistentes  y luchadores habitantes de la metrópoli griega. En el artículo que podeis leer a continuación y que no se quien lo escribió ni cuando
se dice que el programa de fiestas de El Cristo de 1928 aparece con ese nombre, lo que también me lleva a preguntarme el año de fundación del Esparta. Si alguien sabe algo que añada algún comentario.
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Estos últimos días estuve tan despistado que se me olvidó cambiar el mundo...
 
...Es la natural consecuencia de la falta de fe que, inevitablemente, se tiene que derivar de las tristes derrotas de la Ponferradina, que me han dejado secuelas.
No soy forofo de ningún equipo, pero sigo el futbol y sé disfrutar y sufrir con la selección española tanto como el que más. ¡Qué curioso esto del  deporte rey (perdón, quisiera decir republicano), ha dejado de ser el opio del pueblo y se ha convertido en “sagrada revolución independentista y liberalizadora de los pueblos oprimidos”! Señor, Señor, lo que tenemos que oír y soportar, y lo  que ya hemos visto desde aquel año 1.966 en que, este poeta, debutó con el Esparta villafranquino en el Campo de los Juncos en Bembibre, empeñado aquel entrenador en hacerme jugar de extremo izquierda, porque era el único que manejaba bien la izquierda (toma nota Zapatero), y yo le “protestaba” (en tiempos de Franco) diciendo que también  manejaba bien  la derecha (con perdón), y el tiro a puerta, y la cabeza para el remate...
El caso es que no me dejó jugar de delantero centro y tuve que correr por la banda izquierda, sin apoyo, hasta que me di cuenta de que me desgastaba inútilmente sin entrar en juego, pues , aquel equipo del Esparta de Villafranca, sólo jugaba (es un decir) por el centro y la derecha.
Mi padre era seguidor del Atlético de Bilbao, y me decía: “Hijo, la verdad es que siendo del Bilbao se sufre bastante, se gana poco y, a veces, ni siquiera para disgustos... Pero los patriotas somos así, porque el “atleti” es el único equipo donde sólo juegan españoles..., ser del Madrid o de Barcelona no tiene mérito”.
De méritos y de valores se habla mucho, pero se ignora más, mucho más. Pululan por León muchos “sabios escritores”, “grandes poetas” y gente de la cultura, que jamás han oído hablar del mejor extremo derecha del Júpiter y de La Cultural, que no fue otro que mi querido amigo “do fondo do campo villafranquino” Don Manuel Ovalle Vidal, alias Picu, Picurias, o Picuriñas de cuando éramos niños. Por el verano, de vacaciones, verle  “tocar el balón” a Manolín era una delicia que nos dejaba a todos con la boca abierta. Entonces supe que eso de escribir “Sparta”, con ese líquida, era una excentricidad que no  correspondía nada con el espíritu fundacional del equipo, ESPARTA, nombre de ciudad antigua, sufrida y luchadora, que no era ni tenia que ver con “Sparta de Moscú”. Tengo una foto del año 1.928 en la que están, entre otros jugadores, mi padre y mi tío Amadeo, y por detrás pone: “Esparta de Villafranca”. Quien lo dude, que vea los Programas de Fiestas del Santísimo Cristo de la Esperanza de aquellos años.
Aquella época maravillosa de los años sesenta y setenta me gustaba el futbol local, con Paco Rico (Pancho) q.e.p.d. de excelente delantero centro; y Manolo Pol, alias Carillo, que fue el mejor portero o guardameta que pasó por el  precioso Campo de Futbol de la Ruquela en toda su ya larga historia. Yo quería, como es natural, que ganara siempre el Esparta (lo mismo quería Polós, el árbitro), pero, al mismo tiempo, deseaba intensamente que los equipos contrarios tiraran mucho a nuestra puerta y, así, se pudiera lucir “mi tío”, que era un fenómeno. Él, Carillo, fue el mejor, y nunca me gustó que “algunos entendidos”, para darse importancia, le llamaran “cancerbero”, sin saber ellos que,  “cancerbero”, según la mitología, era un perro de tres cabezas que guardaba la puerta del infierno.
Cuento todo esto pensando en el gran espíritu de lucha e ilusión que teníamos los villafranquinos en aquellos años. El día nueve de diciembre del próximo  2.009 se cumplirán  20 años de nuestra gran gesta colectiva en Oviedo, en defensa de nuestro Río Burbia, la última vez que  los villafranquinos estuvimos unidos de verdad y sin fisuras. ¿Podremos celebrarlo...? ¡Viva el Esparta!"

viernes, 5 de julio de 2013

Callejero villafranquino 4: Calle de Lérida

Obviamente esta calle no se llama así porque por ella se vaya a Lérida. El nombre tiene que ver con el mal llamado Palacio de Arganza que fue mandado construir por el Obispo de Lérida, que antes de ocupar ese cargo había sido abad en Villafranca del Bierzo. Así que ya sabeis, el palacio de Arganza debería llamarse Palacio del Obispo de Lérida. Aquí podeis ver una foto del interior del palacio en la actualidad.