lunes, 7 de junio de 2010

Charles Lemaur en Villafranca


España, año 1750. El rey Fernando VI ante la falta de ingenieros y arquitectos en el país llama al francés Charles Lemaur a palacio para que se encargue de llevar a cabo obras de vital importancia para el país. Su primer proyecto es trazar el Canal de Castilla, obra fundamental para modernizar los regadíos y para servir de canal navegable por el que llevar cereal hacia el norte. Lemaur inició las obras trabajando junto al marqués de la Ensenada, pero tras la destitución de este, dimite del proyecto y se dirige hacia el noroeste donde se encargará de los trabajos de la nueva carretera a Galicia. En Galicia además se encargará de la construcción del Palacio de Rajoy en Santiago de Compostela y de la capilla mayor de la catedral de Lugo.
Lemaur también estuvo en Villafranca donde el señor de Noceda le encarga construir una casa donde tengo la suerte de vivir. El escritor Jovellanos, amigo del señor de Noceda, estuvo en esta casa que por aquel entonces no estaba dividida; cuenta que existía una especie de mirador circular desde el que se podía ver toda la ciudad y que en algún momento de la historia debió desaparecer probablemente cuando la casa se dividió en dos viviendas.

martes, 11 de mayo de 2010

Francos y hospitales


Villafranca del Bierzo no es la única villafranca de España, sin embargo me atrevo a decir que es la única en la que el término franca proviene de los francos como habitantes de Francia y no de villa franca como villa libre de impuestos.
La fundación de Villafranca que hace unos blogs atribuia miticamente a agótes o vaqueros asturianos, tiene en realidad una base más clara. Si en 791 moros y cristianos luchaban junto al río Burbia sin que hubiera una Villafranca al lado, las cosas cambiarán mucho a lo largo del siglo siguiente. En el año 814 se descubre en Compostela bajo el reinado de Alfonso II de Oviedo el sepulcro del apóstol Santiago y a partir de entonces empezarán poco a poco a ir apareciendo peregrinos camino de dicha tumba. Para dar ayuda y atenciones a los peregrinos se empiezan a fundar hospitales y en Villafranca a la que originalmente se llamó Burbia, se funda un hospital-iglesia creado por monjes franceses de Cluny (que estaría donde se encuentra la actual colegiata) presumiblemete hacia 1066 bajo el reinado de Alfonso VI de León. El número de franceses en la villa era enorme, de manera que incluso había un diferente corregidor para los francos. El número de hospitales en Villafranca fue grande durante los primeros siglos de vida de la villa: el hospital de San Lázaro junto a la fuente del mismo nombre (siglo XIII), ahora desaparecido y dedicado a enfermos de lepra; un segundo hospital podría haberse encontrado donde está ahora el Ave Fénix de Jato; otro se encontraba donde está la iglesia de San Francisco. Un cuarto edificio hospitalero estaría donde se encuentra el edificio de la Divina Pastora y aún había dos más: uno al final de la calle del agua, el hóspital de San Juan, posiblemente donde se encuentra el Hotel de la Doñas del Portazgo y por último el hospital de San Roque, sobre el que se construyó La Anunciada.

martes, 27 de abril de 2010

Los "Maios" de Villafranca del Bierzo


Es realmente curioso que una fiesta pagana como son los mayos se haga en un lugar como Villafranca. La información que podemos encontrar en libros sobre etnografía y folklore berciano siempre nos habla del origen ancestral pero ninguno nos habla de fechas aproximadas, y como decía es muy curioso que en una localidad como Villafranca fundada cuando el cristianismo llevaba siglos asentado en la peninsula y en la que dicha religión ha sido y es tan importante, se celebre esta maravillosa fiesta.
Los mayos villafranquinos al igual que todas las celebraciones paganas del primero de mayo son de origen celta y por lo tanto prerromano. El 1 de mayo se celebraba el inicio del verano y la llegada del calor y las flores tras el duro invierno. Son muy típicas de esta celebración en Gran Bretaña el "maypole" un poste de claras connotaciones fálicas al que se le decora con flores o la elección de una reina del mayo como símbolo de fecundidad. En Villafranca tenemos a los mayos vivos, es decir personas vestidas con ramas y flores que representan como la naturaleza cobra vida. Desde cada barrio de la villa los diferentes mayos salen pidiendo castañas a los vecinos entonando una canción con la que recompensan la generosidad o tacañería de estos.
La "Festa do maio" como es generalmente conocida es sin duda una de las fiestas más interesantes que se celebran en España por su antigüedad y personales características y nadie, absolutamente nadie debería perdersela. El 1 de mayo os esperamos en Villafranca.

lunes, 26 de abril de 2010

Moros y cristianos combaten junto al Burbia en el año 791

Nos encontramos en el año 791 de nuestra era y la Peninsula Ibérica se encuentra tomada casi en toda su totalidad por los moros. Solo un pequeño reino, el reino de Asturias, se opone al poderío musulmán. Por aquel entonces el reino de Asturias abarcaba desde Galicia hasta Cantabria y el trono lo ocupaba Bermudo I (el tercer rey asturiano). Pese a la pequeñez del reino, Asturias se las había arreglado para resistir e incluso vencer a varias incursiones moras así que el soberano de Al-Andalus , Hasim decidió dar un escarmiento y demostrar que con él no se jugaba. Atacando a la vez Asturias por el lado gallego occidental y por el lado cántabro oriental asoló el reino cristiano. Bermudo enterado de este ataque se retiró a tiempo y decidió contraatacar. Esperando que las tropas moras estuvieran cansadas y distraidas tras los combates, se aposentó junto a sus tropas en torno a la confluencia de los ríos Burbia y Valcarce (por aquel entonces Villafranca como tal no existía, probablemente no habría más que algunas viviendas para pastores) y atacó. La batalla fue encarnizada y fatal para los cristianos. Hasim detrozó a las tropas asturianas y Bermudo regresó derrotado a la corte donde abdicaría al poco tiempo.
Sirva esta entrada en el blog como regalo de cumpleaños al Reino de León. Este año celebramos los 1100 años de la fundación del reino, un reino que empezó a fraguarse con el reino de Asturias y batallas como esta. La preciosa foto panorámica es obra de Francisco Lago Marba.

miércoles, 21 de abril de 2010

"Los árboles de oro" de Ramón Carnicer


Más libros de autores villafranquinos. En 1962, Ramón Carnicer escribió "Los árboles de oro", crónica de un chaval de pueblo antes de la guerra civil española y su posterior marcha a Madrid a estudiar medicina con la guerra ya en marcha. Carnicer cambia a Villafranca el nombre del lugar donde el protagonista pasa sus primeros años pero para cualquier villafranquino es muy fácil ver que la plaza, los soportales o el jardín que el chico frecuenta son los de Villafranca. Una novela llena de añoranza por unos recuerdos y una época que nunca volverían. El libro aunque a día de hoy está descatalogado, es fácil de encontrar en librerías de viejo o en internet.

"El señor de Bembibre" de Enrique Gil y Carrasco


Con motivo del día del libro, recomiendo uno de los mejores libros escritos por un autor villafranquino. Como bien sabreis, Gil y Carrasco nació en 1816 en Villafranca en la calle del agua. Su nacimiento en la villa fue fruto del azar pues sus padres, que provenían de Zamora, se encontraban en Villafranca por motivos laborales, más concretamente su padre, Juan Gil llevaba las cuentas y las tierras de los marqueses de Villafranca. Su estancia posiblemente habría sido mayor de no ser porque Juan Gil hizo trampas con las cuentas del Marqués y fue despedido.
Ya en Madrid, donde se había ido a estudiar, Gil y Carrasco se dedicó a la escritura publicando "El señor de Bembibre" en 1844. A medio camino entre la novela histórica y la de aventuras, es una trepidante y romántica (en el concepto artístico) historia de amor, batallas y asaltos a castillos como el de Cornatel con el marco de fondo de las tierras de El Bierzo y las luchas por las posesiones templarias en el siglo XIV. Si no lo habeis leído, no lo dejeis pasar, hasta está gratis para leer en intratext.com.
"En una tarde de mayo de los primeros años del siglo XIV, volvían de la feria de San Marcos de Cacabelos tres, al parecer, criados de alguno de los grandes señores que entonces se repartían el dominio del Bierzo...."

lunes, 19 de abril de 2010

Origen mítico de Villafranca (¿agotes? ¿vacas blancas?)


Aunque el origen de Villafranca esté unido a la aparición del sepulcro del apostol Santiago en Compostela y al desarrollo de la ruta jacobea es muy poco probable que una zona tan fértil como esta estuviera despoblada hasta entonces. El ídolo de Villafranca ya nos indica que el area estuvo habitada miles de años antes y hay un par de historias míticas que intentan dar un órigen a Villafranca diferente . Veamoslas.
Cuando yo era pequeño el autor e historiador villafranquino Hernán Alonso publicó su imprescindible libro sobre historia y arte en Villafranca "Villafranca del Bierzo" y a pesar de mi corta edad me quedó grabado en la cabeza el nombre de los agotes. Extraño pueblo que podría haber fundado Villafranca. En mis excursiones al Pico del Malvís al pasar junto a unas cabañas para el ganado yo me imaginaba que allí habían vivido los agotes más de mil años antes. La historia nos cuenta que los agotes eran un pueblo posiblemente centroeuropeo o nórdico de tez clara y pelo rubio o pelirrojo (otros dicen que eran moros) que al parecer seguían una religión pagana lo que les daba muy mala fama y les hacía ser perseguidos. En sus continuos viajes buscando una tierra donde asentarse fueron constantemente avanzando hacia el oeste y siguiendo el camino de Santiago a lo largo del cual trabajaban como carpinteros pues era uno de los pocos oficios que se les permitía ejercer junto al de carnicero y fabricante de cuerdas; según la leyenda aquí en Villafranca se asentaron como comunidad . Al ser discriminados los agotes se veían obligados a casarse entre ellos y la endogamia dio lugar a presuntos defectos congénitos (como la falta del lóbulo de la oreja) que no les ayudaban en la integración, además y al igual que los afectados por la peste se cuenta que se veían obligados a llevar ropas de color rojo o un distintivo en forma de pata de pato. En las iglesias a las que acudían más por integrarse que por ser muy creyentes, se tenían que sentar en lugares reservados y apartados para ellos, tenían una pila con agua bendita solo para agotes y la hostia se les daba con un palo para no tener que acercarse a ellos. Increíble historia la de los agotes.
El otro posible origen mítico de Villafranca también es maravilloso. Según este, unos vaqueros asturianos de Tineo y Luarca que bajaban hasta la montaña leonesa buscando nuevos pastos para sus vacas, decidieron que era hora de buscar tierras más fertiles y confiaron la misión a una vaca blanca. Soltaron la vaca y la siguieron hasta que esta se detuvo aquí, en los prados ribereños del Burbia y el Valcarce .
Curiosamente ambas historias tienen una pequeña relación, pues los vaqueros asturianos que buscaban nuevas tierras con la vaca blanca pertenecerían a los llamados vaqueiros de alzada, un grupo étnico de singulares caractéristicas y tradiciones que al igual que los agotes también se emparentaban entre sí.

El ídolo de Villafranca


Hubo un tiempo en el que en Villafranca teníamos un museo de historia natural en el convento de los Padres Paules (seguimos esperando las promesas electorales que sugerían que este iba a volver). Allí estaba expuesto este ídolo, con rasgos antropomorfos y que supuestamente tenía un carácter religioso de adoración a la divinidad femenina. Este ídolo que podría ser del año 1800 antes de Cristo nos indica que el entorno en el que se encuentra Villafranca venía siendo habitado desde tiempos inmemoriales y como tal,me ha parecido oportuno elegirlo como primera entrada de este blog. Me gustaría poder deciros donde se puede ver, pero lamentablemente desde que el dinero importó más a los Paules que el tener este museo, la dejadez política y la dispersión de la colección entre diferentes conventos a la espera de un nuevo emplazamiento que no llega, me temo que no tengo la información. Espero que algún día, sea donde sea, podamos verlo de nuevo.